No sé si es bueno, es malo, o quizás ni lo uno ni lo otro; simplemente, «es». Ganó Donald Trump en las democráticas elecciones norteamericanas. Por su puesto tengo mi opinión. Pero lo que vengo a criticar y hasta libera en mí una mueca socarrona, casi sonrisa, es comprobar la huella que muestran los dedos de la mano de este presidente, ya, sobre la cara de los opinadores del establishment norteamericano y europeo; dignatarios mundiales, politiquillos y bien vividores. Sí, me saca la sonrisa, no lo puedo remediar. Lo reconozco, no tuve claro cuál sería el ganador en estas presidenciales. Por eso callaba y escuchaba. Pero oyendo a tanto vocero, del establishment (de derechas y de izquierdas) bramar en contra del candidato republicano, no puedo más que sorprenderme ante tal bofetón.
Muchos tendrán que tragar sus opiniones con beicon y hamburguesa para a renglón seguido ofrecer su mano y mejor sonrisa, hipócrita, sí, pero la mejor. Deberán recibirlo en sus cancillerías y palacios. Y donde dije digo, digo Diego; y si además tuvieran atisbo de dignidad, dejarían de inmediato sus puestos de trabajo para ofrecerlos a españolitos sensatos y bien preparados que navegan por el paro.
A ver, señores opinadores, estamos en EUROPA, no somos EEUU. Lo que a nosotros nos parezca o importe, a ellos se-la-res-ba-la… ¿Lo entienden? Cuando ustedes opinen, piensen en la psicología del norteamericano medio. A él, le gusta el «Nascar», el «Western» (no confundir con el Country, que también les gusta), la «cerveza con poco gas», las «armas», su concepto de «libertad», su «bandera», su «football» (que tiene un balón también de cuero pero ovalado y con dos extremos redondeados, extraño) etcétera.
En Europa continuamos con nuestro complejo de superioridad cultural al igual que los antiguos griegos mantuvieron con los romanos, estos más pragmáticos, ricos y conquistadores (o como se gusta hoy, emprendedores) Roma copio lo que le interesó de Grecia, of course, pero nunca quisieron vivir como griegos empobrecidos con mucha cuna cultural; disfrutaron de la tragedia griega, pero Roma inventó la comedia, prefirieron ser más «toscos», más «simples», pero vivir mejor, con mayor comodidad y autonomía.
Cuando piensen en EEUU no vean lo que ustedes quieren que sea, cuando pongan el micrófono a algún norteamericano de Erasmus, profesor de inglés, o viajero pijo de pinchos y cañas por Madrid, no olviden preguntar también a los miles de soldados que combaten en diferentes lugares del mundo. No olviden al pueblo que vive mayoritariamente en el midwest (región más grande de EEUU) y no sólo a los neoyorkinos o washingtonianos… Quizás puedan obtener una información que ponderar ya que la que creían buena se les ha atragantado por sesgada y poco científica.
Una cosa es DOXA y otra bien distinta EPISTEME, señores del establishment, ya lo distinguió Parménides de Elea en el VI a.c.
Y ya veremos, que el señor nos pille confesaos…