Ante la “Necesidad del voluntariado en nuestra sociedad”, es necesario mostrar un repaso sobre esta figura y su papel en la historia. Recordar que se han presentado el nuevo anteproyecto de Ley del Voluntariado y del Tercer Sector, aprobado el pasado viernes 23 de enero en Consejo de Ministros, que actualiza la regulación que rige a las personas voluntarias, y estableciéndose el voluntariado como un derecho ciudadano. Este nuevo marco legislativo incorpora a menores y discapacitados, aclara las competencias del voluntario de manera que no sustituya al trabajo remunerado e introduce a nuevos actores, como la empresa privada y las universidades. “Este sector tiene un gran futuro, dado que la gran mayoría de las personas que se dedican al voluntariado son jóvenes: el 42% son menores de 35 años”. Se necesitan personas con carácter que aporten valores de ayuda y cuiden en el desamparo. Esto implica que estos profesionales del voluntariado, tengan la formación adecuada, los respaldos por partes de las organizaciones que suministren contratos adecuados, materiales y formación para realizar su labor adecuadamente. Es fundamental que estas organizaciones cumplan la ley que les ampara y que todos sus miembros conozcan sus derechos y obligaciones en un marco de seguridad jurídica y laboral. Por eso es bienvenido este anteproyecto de ley, porque acota el marco de actuación. La falta de recursos siempre será un problema, pero la enorme humanidad de estas personas colaboradoras no tiene límites. Esta característica humana de superar las dificultades y de esforzarse sin casi recursos ayudando a los que lo necesitan, no puede esconder la enorme responsabilidad legal que las asociaciones del tercer sector y del voluntariado tienen hacia sus asociados, proporcionando todo los recursos legales y materiales para un trabajo digno y eficaz. ¡Buen trabajo amigos!